Author:
Go to Source
Hoy ha sido el día en el que se ha aprobado por parte del Congreso la nueva ley antifraude con medidas que afectan de forma importante a empresas y negocios porque limita los pagos en efectivo a 1.000 euros. Y esto ya es un problema para muchos negocios que pueden ver mermados sus ingresos y frenar su recuperación económica.
Hay que tener en cuenta que este límite afecta a las operaciones realizadas entre empresas. La realidad es que en España el efectivo se utiliza mucho más que en otros países de nuestro entorno. En todo caso para determinados comercios y empresas es un problema ya que la mayoría de las operaciones que realizan están por encima de dicho valor.
Esta ley que ha sido polémica por la enmienda introducida a última hora sobre el IVA de las peluquerías, que finalmente ha sido vetado por afectar a los presupuestos. No es la única enmienda, porque la que si ha salida adelante ha sido la congelación del impuesto de matriculación, algo que puede ayudar a revitalizar el sector del automóvil.
Lo cierto es que si lo que se busca es acabar con la economía sumergida no es una medida realmente efectiva, puesto que aquellos que disponen de dinero negro prefieren que no les hagan factura y de esta manera el límite de pagos en efectivo realmente ya no supone ningún problema. Y además en muchos casos se ahorran el IVA.
Además de esta medida se refuerza el control sobre criptomonedas, de forma que los contribuyentes tendrán que informar de los saldos y titulares de las cuentas tanto en territorio nacional como en el exterior. También deben informar de las operaciones de adquisición, transmisión, permuta, transferencia, cobros y pagos.También se ha bajado el límite para aparecer en la lista pública de morosos, que hasta ahora era de un millón de euros y ahora se sitúa en los 600.000.
Si lo que se busca es acabar con la economía sumergida el camino es un mayor control de la facturación en tiempo real, introduciendo de forma generalizada sistemas como el Ticket BAI o bajando los límites del SII. Y por supuesto terminar de una vez con el sistema de módulos. E imponiendo multas que eviten la tentación de facturar en B o no hacer facturas, porque realmente muchos saben que hay pocas posibilidades de que les descubran en sus prácticas.