Author: Maite Nicuesa
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Un negocio puede tener una esencia familiar. Así ocurre cuando varias personas con una historia común toman la iniciativa de impulsar un proyecto. ¿Cómo lograr que sea un éxito? En Empresariados te damos las claves.
1. Diferenciar roles, tareas y funciones
Diferenciar el plano profesional de la vida familiar resulta más difícil cuando no existe una organización clara en un pequeño negocio. Por ello, conviene establecer los roles para que cada uno se desarrolle plenamente en el contexto de la empresa. Es importante alinear las funciones asignadas con la formación y la experiencia. No solo debe existir una perfecta diferenciación en las funciones, sino también en el dinero. Separa la economía del negocio del presupuesto personal.
2. Contabilidad actualizada
Es importante buscar la rentabilidad del proyecto y, también, alimentar la confianza en el trabajo diario. Por ello, es imprescindible que las cuentas estén claras. La transparencia en relación con esta cuestión evita discusiones motivadas por asuntos económicos.
3. Anticipar situaciones de futuro
¿Qué ocurre si uno de los miembros del equipo decide abandonar el proyecto en el futuro? Conviene anticipar esa posibilidad para valorar diferentes alternativas. De este modo, si se produce esa situación, el equipo tiene la capacidad de responder de forma proactiva ante el cambio.
4. Plan de negocio familiar
Es importante dar un orden y una estructura al proyecto profesional compartido en común. Es esencial analizar la viabilidad de la idea, clarificar los objetivos, gestionar los recursos de forma eficiente, reducir el riesgo en la inversión inicial, identificar al público objetivo y elegir el mejor lugar para montar el negocio. Por otra parte, es positivo que el nombre del pequeño negocio muestre la esencia de un proyecto común.
Finalmente, una empresa familiar está formada por distintas personas. Y todas ellas deben estar perfectamente acompañadas por un líder que influye positivamente en los demás.